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Centros de Paz y Diálogo: un modelo de justicia alternativa y comunitaria en el Estado de México

Rufina Vázquez es de origen tlahuica, bilingüe, adulta mayor y con dificultad para caminar, por lo que utiliza un bastón. Actualmente, enfrenta un conflicto familiar y de linderos de su terreno, por lo que tiene que trasladarse a la cabecera municipal de Ocuilan; viaje que le toma dos horas, ya sea en colectivo o en transporte público, para acudir a las oficinas del juez conciliador, siempre con la esperanza de que la puedan atender.

Los obstáculos que la señora Rufina tiene que sortear, para apenas tocar la puerta de la justicia, son varios: de distancia, costo, y posiblemente actitudinales, puesto que las personas de la cabecera históricamente llaman a los sanjuaneros “indios” o “huarachudos”, es decir, enfrentan una discriminación lingüística y étnica, por el uso de la lengua tlahuica. No obstante, estas poblaciones tienden a activar un mecanismo de justicia no jurisdiccional, ya sea a través de una autoridad comunitaria o, incluso, de un mecanismo estructurado de mediación o conciliación que atiende a su organización social, cultural y política comunitaria. En el Estado de México, esto está a cargo de los Centros de Paz y Diálogo.

El año pasado el WJP obtuvo financiamiento de la Embajada de Canadá en México por medio del Fondo Canadá para Iniciativas Locales (FCIL por sus siglas en español) para realizar el proyecto “El fortalecimiento del acceso a la justicia de las comunidades indígenas del Estado de México a través de los Centros de Paz y Diálogo”.

@wjpespanol Gracias al financiamiento de la Embajada de Canadá en México, comenzamos a trabajar en el proyecto “El fortalecimiento del acceso a la justicia de las comunidades indígenas del Estado de México a través de los Centros de Paz y Diálogo”. Conoce mas en Worldjusticeproject.mx #accesoalajusticia #A2J #justiciacomunitaria #justiciaalternativa ♬ Percusión – BellónMaceiras
Este proyecto se centra en investigar el modelo de los Centros de Paz y Diálogo del Estado de México (centros comunitarios de mediación enfocados en ampliar el acceso a la justicia alternativa en comunidades indígenas) y, en fortalecerlos a través de intercambios de experiencias y aprendizajes entre mediadores indígenas de distintos países.

Los Centros de Paz y Diálogo surgieron a partir de 2019 en el Estado de México y son un espacio comunitario en el que se resuelven conflictos a través de la mediación. Estos centros ayudan a superar distintos obstáculos, como la distancia, el costo, las barreras lingüísticas, los estereotipos y los procesos formalistas que las personas indígenas enfrentan cuando tienen la necesidad de recurrir a la justicia.

Estos Centros de Paz y Diálogo los operan personas reconocidas y validadas al interior de su comunidad, que cuentan con experiencia en la gestión de conflictos en sus comunidades y utilizan herramientas propias de la justicia alternativa. La interacción entre las prácticas comunitarias y los principios de la justicia alternativa en estos centros propicia que sean considerados como espacios accesibles, útiles y con pertinencia cultural. Además, estos centros ayudan a las personas indígenas a superar las distintas barreras que enfrentan para acceder a la justicia.

Al margen de estos beneficios, los Centros enfrentan distintos retos que giran en torno a su sostenibilidad, así como desafíos significativos en cuanto a su arropamiento por parte de las propias comunidades y al respaldo presupuestario y reconocimiento jurídico que les brinda el Poder Judicial del Estado de México y de los Ayuntamientos.

Los Centros de Paz y Diálogo amplían el derecho de las personas indígenas de acceder a la justicia, al constituir un espacio útil para la resolución de conflictos a través del diálogo, en un formato accesible y con pertinencia cultural. Conflictos que tratan sobre distintos temas, desde disputas agrarias, familiares, conflictos penales hasta el acceso a servicios básicos. Cuando no pueden atender conflictos más graves como la violencia contra las niñas y mujeres, las personas obtienen orientación legal acerca de las vías o instancias a las que pueden acudir.

Aunado a esto, es importante considerar que, a nivel global, se han identificado dos obstáculos que impiden a las personas acceder a la justicia formal: la falta de conocimiento de sus derechos y la falta de documentos jurídicos que permiten activar la resolución de un conflicto, como lo es un acta de nacimiento, o una escritura que ampara la propiedad, de entre otros. En los Centros, las personas adquieren la información necesaria para decidir de manera informada si eligen la vía alternativa u otra para resolver su necesidad de justicia. Además, para atender a las personas, las personas mediadoras se centran en resolver el problema, dejando las exigencias legales en un lugar secundario.

Para fortalecer el modelo de los Centros de Paz y Diálogo, esta investigación incorpora un componente visual muy importante para visibilizar los Centros y, especialmente, a las personas que están vinculadas a estos. Entra a nuestro micrositio interactivo y conoce más sobre nuestro proyecto “Los Centros de Paz y Diálogo”.

En World Justice Project tenemos como misión principal la promoción del Estado de derecho y la justicia centrada en las personas en México y el mundo. Es por eso que desarrollamos una sólida línea de trabajo sobre el acceso a la justicia, incluyendo la justicia comunitaria o tradicional y las necesidades de justicia cotidiana.

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